Wolfgang Priklopil

Priklopil trabajó desde 1989 hasta 1991 en una empresa de telecomunicaciones que instalaba líneas de telefonía analógica por todo Austria. Sólo trabajó tres años, tres años que no fueron casuales ya que por expreso deseo de su difunto padre, este condicionó el pago de una millonaria herencia al hecho de que pudiera mantener un empleo estable al menos durante tres años, con lo que parece que su padre ya se dio cuenta de los problemas de sociabilidad del individuo. El tipo una vez cumplido el trámime cobró la herencia y así ha aguantado sin trabajar durante años, viviendo en una "casa grande" en las afueras de Viena y "conduciendo un automóvil de lujo"

Un ex compañero de trabajo lo definió como un hombre "muy extraño, tacaño y violento" y en su entorno laboral más de uno pensaba "que había que internarlo".

Wolfgang Priklopil, se suicidó el día 23 al norte de Viena, se tiró a las vías del ferrocarril justo antes de que pasara un tren, "nunca me cojerán vivo" dijo más de una vez.

¿Y quién es este tío?, pues este técnico electrónico de 44 años había mantenido secuestrada a Natascha Kampusch durante ¡¡8 años!!. El secuestro se produjo el 2 de marzo de 1998 cuando Natalia contaba con 10 años de edad, el 23 de agosto de 2006 consiguió escapar a la edad de 18 años.

La había mantenido escondida durante todo este tiempo encerrada en un cobertizo de tres metros de largo, 1,6 de ancho, dos de profundidad y sin ventanas cavado debajo de un garaje. La obligaba a llamarle "mi amo y señor", era él quien le daba clases y le leía libros infantiles, él era quien la alimentaba y en los últimos meses le había permitido a Natascha acompañarle a hacer compras.

Los padres de Natascha pidieron ayer en un comunicado "paciencia y comprensión a los periodistas", que en mi opinión es como pedirle peras al olmo, según la razon digital algunos medios británicos, como Sky News, hablan de la posibilidad de que la utilizase como esclava sexual ¡uyyyyy que comprensibles!

Si te preguntas cómo es posible mantener secuestrada durante ocho años a una persona, lo mismo se pregunta la policia austriaca

¿Cómo fue posible que nadie en el vecindario hubiera sospechado que en la casa de dos pisos de color amarillo ocurría algo anormal? Ni siquiera la madre del secuestrador, que vio a la niña durante una visita a la casa de su hijo, hizo preguntas. La mujer había aceptado las mentiras de su hijo.

Tampoco los vecinos del secuestrador hicieron preguntas a pesar de haber visto en los últimos meses a una joven en el jardín. "Nunca habló con nadie y tampoco pidió auxilio", admitió una mujer, interrogada por la televisión alemana. ¿Sería acaso el síndrome de Estocolmo?

Vía google news. La noticia aparece por muchos medios. Por poner algunos:

www.diariodesevilla.com
www2.eluniversal.com.mx
www.euronews.net

y en muchos más . . .