martes, septiembre 12, 2006

Carmela dentro microbios fuera

Me pone sobre la pista una comentario escuchado esta misma mañana por la radio: durante ¡26 años! una italiana ha estado encerrada voluntariamente en su casa, en el momento en que los bomberos y policías entraron en su casa contaba con 56 años unos 30 kilos y el pelo le medía 2 metros.
Más que a una persona parece que se encontraron al fantasma de The Ring, con dos metros de pelo y 35 kilos les aconsejo que antes de cortarle el pelo le pongan un chaleco reflectante que si no no la encuentran.

El encierro voluntario se debía al miedo a los microbios del exterior, así que esta mujer prefería vivir sanamente en su confortable hogar con las persianas bajadas y ventanas selladas; el hedor pestazo era tan insoportable dentro de un espacio tan viciado que sus rescatadores entraron con máscaras antigás. En ese momento la mujer estaba viendo la tele cosa esta que era prácticamente lo único que ha hecho durante los últimos 26 años de su vida y que confirma que ver mucho la tele no es nada bueno.

¿Y cómo puede una persona mantenerse viva medio viva durante 26 años encerrada en un cuchitril? Pues porque el alma caritativa de su hermano le llevaba comida, bueno, lo que le llevaba era fruta que parece ser que es lo único que comía, tenía tele y radio y de vez en cuando hablaba por teléfono con alguna amiga y sus otras dos hermanas, todas ellas conocedoras del encierro voluntario en el que se encontraba esta mujer y todas ellas personas muy respetuosas con una pobre loca que no quería salir a la calle porque en la calle se está mu'mal.

Carmela sufre de agorafobia, una enfermedad mental que hace que el que la padece se encierre para evitar aquello a lo que teme, en este caso a los políticos microbios (perdón por el lapsus) del exterior. La agorafobia según la wikipedia es la más común de las fobias, por tanto el caso no es que sea muy rarito de por sí y tampoco quiero hablar aquí de locos enfermos mentales, si fuese así blogger no tendría disco duro suficiente para guardar la cantidad de historias que saldrían. La gente rarita son los hijos de puta personajes que conocían el caso y que en este concretamente han permitido un encierro de ¡26 años! Los que tengan alrededor de esta edad pueden imaginar ¡la cantidad de tiempo! que ha estado malviviendo esta enferma en unos pocos metros cuadrados alimentada con fruta llevada por su hermano. Este que no podía entrar en la jaula de Carmela, le dejaba la fruta en la puerta como a si fuera un loro.

Tras todo caso de agorafobia siempre hay gente que sabe lo que pasa y que permiten el encierro, también normalmente llega un momento en el que se descubre el pastel, en este caso ha sido porque su hermano es muy bueno, muy bueno por los cojones. El hermano, que podría ser denunciado por no haber avisado antes de la situación en la que vivía Carmela, se ha puesto enfermo y esto le impidirá seguir cuidando de su hermana ¡¡¡cuidar!!! el nota dice que no la puede ¿cuidar? virgencita, virgencita que me quede como estoy si me tiene que cuidar un menda como este. Vuelvo al hilo que me desvío, según el abogado del hermano, este era tan pero que tan bueno tan bueno que
"Su única culpa fue ser demasiado sensible y bueno. Ella lo chantajeaba emocionalmente. No quería abandonar la casa y él no quería hacerla daño"
¿Qué? ¿Es bueno o no es bueno? un solazo es lo que es.

La noticia en la razón digital

Por cierto, a los 30 años de edad, Carmela, que así se llama la señora, estaba terminando la carrera y todavía salía a la calle, un día dijo "Voy a ver la tele un rato" y así hasta hoy. Después de 26 años van y la sacan cuando estaba el último capítulo de su telenovela favorita, chico mosqueo que tenía Carmela, ¡qué no! que esto de la tele es coña pero lo de la carrera no.